viernes, 25 de julio de 2014

IMPORTANTE MAL DEL CAPITALISMO



THOMAS PIKETTY IDENTIFICA UN IMPORTANTE MAL DEL CAPITALISMO, PERO NO SU CURACIÓN (*)
por Charles Lane, 14 de mayo Washington Post

El año 2014 marca el 50 aniversario de la llegada de los Beatles en Estados Unidos. Los aliados liberaron París hace 70 años. Y, por supuesto, han pasado 135 años desde el "Progreso y Miseria", del estadounidense Henry George, publicado en 1879.

Qué es esto? Nunca oyó hablar de George o de su tratado sobre las causas de la desigualdad? Se vendieron 3 millones de ejemplares de aquel libro. Tal vez te perdiste  el aniversario  de "Progreso y Miseria" por estudiar atentamente el bestseller igualmente de este año, "Capital en el siglo XXI" por el economista francés Thomas Piketty.

Con su profunda revisión de los datos históricos, que culminó con una advertencia acerca del capitalismo inexorable, desestabilizadora, la tendencia hacia la desigualdad - para ser curado por un impuesto sobre el patrimonio mundial - el libro de Piketty ha motivadoi comparaciones con "Das Kapital", de Karl Marx. Sin embargo, el proyecto de Piketty puede tener más en común con el libro de George que con el de Marx.  Y no sólo porque cada uno de ellos llegara a  los lectores de Estados Unidos seis años después de una desastrosa crisis financiera - el Pánico de 1873 para el caso de  George, el colapso de Lehman Brothers 2008 para el de Piketty.

Analizando la economía estancada y la brecha entre ricos y pobres de su época, George no culpó a los mercados libres, a los que él consideraba justos y eficientes, pero sí a su corrupción por unos pocos privilegiados. Específicamente, George argumentó que los propietarios de tierras gozaban de una alta y creciente  participación en los de ingresos EE.UU. a pesar de que su pretensión se basara en algo tan improductivo como el gozar del mero titulo de propiedad sobre la tierra  - a diferencia de esfuerzo de trabajo de los obreros o la participación real en los riesgos corridos por  los inversores de capital.

Para George, la solución era abolir todos los impuestos, excepto un "impuesto único" sobre el valor de la tierra. Puesto que la tierra ni se crea ni se destruye, los impuestos sobre ella no  reduciría ni la riqueza total de la sociedad ni los incentivos de los propietarios para poner la propiedad en un uso productivo , puesto que los edificios y otras mejoras no serían gravadas. Por el contrario, la imposición de la tierra, y sólo a la tierra, para pagar las cuentas del Gobierno,  permitiría  a la mano de obra y el capital buscar su uso más productivo y por lo tanto hacer crecer la economía. Una enorme fuente de riqueza no ganada es contenida, cuando no se la  elimina. El capitalismo sería redimido y salvada la democracia.

"No es suficiente que los hombres y las mujeres puedan votar", escribió George (incluyendo un género que no podía hacerlo en ese momento). "Ellos deben tener la libertad para hacer uso de las oportunidades y los medios de vida; deben estar en igualdad de condiciones con referencia a la generosidad de la naturaleza. . . . Esta es la lección de los siglos. A menos que se establecerán bases justas, la estructura social de los Estados Unidos o cualquier otro país no puede subsistir ".

Del mismo modo, la preocupación de Piketty sobre la tendencia a crecer la rentabilidad del capital (que define con inclusión de  bienes raíces, así como la riqueza financiera) superando al  crecimiento económico ,  tambien le preocupa el aumento de riqueza  no derivada del trabajo y la inversión de capital  cobrada sobre los recursos de la sociedad. Para Piketty, como George el  mayor admirador de la eficiencia del mercado y oponente al proteccionismo, la resultante de acumular riqueza en relativamente pocas manos,  amenaza la justicia económica, el dinamismo económico y a  la democracia. "La desigualdad extrema hace que sea imposible tener un correcto funcionamiento de las instituciones democráticas", dijo Piketty en una reciente reunión en el Instituto Urbano de Washington.

Y así, a la manera de una  actualización de impuesto único de Henry George, Piketty propone un impuesto sobre el patrimonio mundial, haciendo afirmaciones similares acerca de sus beneficios tanto para la igualdad como para el crecimiento. Para Piketty y George, la línea de fondo, tanto en lo moral como lo económico, pasa por socializar "renta" .  Concepto “renta”  no en el sentido coloquial, pero en el sentido económico de ingresos no fundados en  la productividad.

Se trata de una visión atractiva: una sociedad igualitaria, productiva, purgada de parásitos que solo buscan rentas. Vamos!, tanto Piketty con su  impuesto sobre el patrimonio mundial y George con solo el impuesto a la tierra sufren del mismo defecto: no son prácticos desde el punto de vista  político, aunque  después de todo, George casi consiguió que lo eligieran alcalde de la ciudad de Nueva York en 1886.

Es la dificultad inherente de separar el componente productivo que ha de quedar  libre de impuestos separado de  la rentabilidad de la tierra o el capital improductivo , que sí han de ser gravados. Lo que es claro en las páginas de un tratado  es más oscuro en la práctica. El precio de mercado de un terreno baldío puede reflejar usos productivos potenciales, así como el riesgo para un comprador apostando por ellos. Un análisis similar se aplica a la tasa de rendimiento del capital.

Es difícil concebir un impuesto sobre la riqueza formada por  cantidad importante de ingresos.  Pero no hay que desanimarse, pues aplicándolo  algún ahorro socialmente beneficioso o mayores emprendimientos se lograrían.

Las potenciales consecuencias adversas no deseadas - económicas y políticas - es mayor de lo que Piketty parece darse cuenta. Grandes fortunas privadas suelen dar derecho a sus titulares a apropiarse de una parte desproporcionada de los ingresos actuales que corresponden a  la sociedad y con ello lograr poder político. Aunque a  veces, sin embargo, la riqueza privada puede servir como una fuente para la caridad o, de hecho, ser un baluarte contra extralimitación de los  gobiernos.

Hemos estado debatiendo el equilibrio adecuado desde el siglo XIX  y, probablemente lo seguiremos haciendo más allá del Siglo XXI.

(*) the IU view Newsletter of the International Union for Land Value Taxation theIU.org. August , 2014. Tr. Hector Sandler

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